TARDES DE CAFÉ
Por años, Orizaba fue solo una parada dentro del corredor industrial. Sin embargo, en las últimas dos décadas, un grupo de empresarios visionarios apostó todo por convertir a “la pluviosilla” en un atractivo turístico de primer nivel. Hoy, esta transformación es innegable, y Orizaba es una de las ciudades más destacadas de Veracruz.
En “Tardes de Café” tuvimos el gusto de recibir a Víctor Luna, vicepresidente de CANACO, quien ha sido testigo de cómo Orizaba se ha transformado en un punto de atracción turística. Desde un café veracruzano en Los Ameyales, Víctor comenta sobre el gran esfuerzo que ha requerido convertir esta ciudad en un destino atractivo, implicando tanto a autoridades, prestadores de servicios y ciudadanos que, semana a semana, reciben a miles de turistas.
Transformación y adaptación
CANACO SERVYTUR ha adaptado sus capacitaciones para asegurar que los servicios, desde los taxistas hasta los meseros, puedan dar una bienvenida cálida a cada visitante. “Queremos que al menos puedan decir ‘buenos días’ en varios idiomas”, dice Víctor, resaltando la importancia del servicio al cliente en el éxito turístico de la ciudad.
“A veces el propio orizabeño se acostumbra a lo bueno y olvida lo especial que es este lugar”
Aprovechando la plática, Víctor subraya un desafío crucial: el reto de mantener una buena actitud hacia la ciudad. “A veces el propio orizabeño se acostumbra a lo bueno y olvida lo especial que es este lugar”. Para él, hablar bien de Orizaba es esencial, así como valorar el esfuerzo diario de quienes trabajan para que sea un destino cada vez mejor.
Orizaba es un destino donde cada detalle importa: desde la pequeña cocina local hasta los hoteles de lujo, cada establecimiento contribuye a la experiencia del visitante y a si regresa o recomienda la ciudad.
Orizaba ha experimentado una transformación notable, pasando de ser una ciudad de paso a consolidarse como un destino turístico atractivo y pujante en Veracruz. Gracias al esfuerzo conjunto de empresarios, autoridades y ciudadanos, la ciudad ha logrado capitalizar su belleza natural y cultural, adaptándose para recibir visitantes de todas partes. Este cambio ha requerido una inversión constante en capacitación y mejoras en el servicio, elementos fundamentales para fortalecer su proyección como destino turístico.
Hoy, Orizaba no solo se embellece para recibir a sus visitantes, sino que busca también cultivar un orgullo local entre sus habitantes. Con cada acción, la ciudad se acerca más a su objetivo de ser reconocida por la calidez de su gente y la calidad de sus servicios, demostrando que un enfoque colaborativo y una visión compartida pueden elevar a cualquier comunidad hacia nuevas oportunidades de desarrollo y reconocimiento.